domingo, 13 de abril de 2014

Una esquirla de psiquiatría crítica...







"En el mundo de la medicina se está cuestionando que la enfermedad específica sea el foco de los cuidados sanitarios, como ha sido tradicional. El planteamiento que se está haciendo es que, cuando la esperanza de vida era mucho más corta y la mayor parte de los problemas clínicos eran enfermedades agudas, sí que tenía más sentido enfocar la actividad sanitaria al diagnóstico médico y el tratamiento de la dolencia, sin más, pero el contexto ha cambiado. Se ha producido un incremento de las enfermedades crónicas, que se caracterizan por tener un amplio espectro de manifestaciones clínicas y una pobre correlación entre esas manifestaciones y la patología subyacente. Pero además, la compleja interacción entre factores biológicos y no biológicos (sociales, psicológicos, culturales, ambientales...), el envejecimiento de la población y la variabilidad interindividual en las prioridades de salud, convierten al modelo médico centrado en la salud en obsoleto en el mejor de los casos, cuando no resulta dañino.

A esto hay que añadir la problemática sobre cómo se construye la definición de enfermedad. En la actualidad, los encargados de delimitar dónde acaba la salud y empieza la enfermedad son paneles de médicos expertos. Ellos son los que deciden qué cifra de glucemia marca el diagnóstico de diabetes gestacional o cuántos y qué criterios son necesarios para definirse la esquizofrenia o el autismo infantil. Pero estos paneles de expertos tienen graves conflictos de intereses con la industria farmacéutica, por lo que la definición de enfermedad tiende a ampliarse. Existen además, los conflictos intelectuales de los profesionales que han estado dedicados a la clínica o investigación de un determinado cuadro clínico. Estos expertos no desean de ninguna manera perder a pacientes potenciales y buscan un mayor reconocimiento de esa enfermedad y una mayor presencia, mediante definiciones más amplias.






Resulta curioso que grupos como la Cochrane Collaboration han puesto todo su esfuerzo en revisar y determinar cuáles son los mejores tratamientos de las enfermedades, en vez de evaluar las pruebas que se utilizan para definirlas. Los fundamentos sobre la naturaleza de las enfermedades y su alcance no son sometidos al mismo escrutinio riguroso y sistemático que los tratamientos que se emplean para remediarlas."

(...) La narrativa del modelo de enfermedad está tan atrincherada, que la mayoría de los clínicos y los los pacientes no son conscientes de su existencia y esta es la mayor barrera para superarla."




Alberto Ortiz-Lobo
Hacia una psiquiatría crítica
Madrid: Grupo 5; 2013.











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2 comentarios:

José Manuel Brea dijo...

La medicina -y la psiquiatría- descentrada de la persona acaba olvidándose del individuo y ciñéndose a la etiqueta de enfermedad. Aunque, tristemente, la práctica centrada en la persona muchas veces no la comprenda el propio paciente, tan mediatizado por maliciosos influjos externos.
Saludos cordiales, amigo Lizardo.

Lizardo Cruzado dijo...

Sí, amigo José Manuel, pero mucho de eso lo hemos enseñado los médicos a nuestros pacientes-usuarios y por eso, de nosotros mismos debiera empezar la reflexión y el cambio, por arduo que sea. Gracias como siempre por tu reflexivo comentario, amigo mío.