martes, 19 de mayo de 2009

Si un paciente te agrede...







Hoy le tocó a A, nuestra MR1: era un paciente varón, ya medicado, diagnosticado de psicosis orgánica, ni siquiera se le podía entrevistar por la desorganización de su conducta y su lenguaje, estaba recostado en cama, inyectado, dormido, y se suponía que ella le haría el examen neurológico. Y Adelguisa fue presta a ejecutar el examen neurológico a ese paciente somnoliento, orgánico, sedado, sin avizorar, sin presentir lo que iba a ocurrir, y al manipular uno de los brazos del paciente, quizá sin entender éste qué le estaba haciendo esa mujercita que lo movía y lo agarraba y lo zarandeaba, el paciente le asestó un puñetazo en el flanco, en plenas costillas voladoras de A.

Uno siempre escucha de agresiones de pacientes a otros, uno siempre supone qué paciente podría a uno agredirlo, uno siempre cree estar resguardado, precavido, recontradueño de la situación porque uno ha leído artículos, ha asistido a charlas, ha participado en seminarios. Hasta porque uno se ha portado bien, ¿verdad? Pero el día llega, el golpe cae, el dolor te encuentra, inerme, desamparado, te inmoviliza en el desconcierto, te colma de incertidumbre, te enseña su mueca burlona, su jojolete, y uno se queda clavado en el piso, clavadito, con un nudo en la garganta, con el alma al aire.

A todos nos pasa antes o después en este oficio, A. Sino pregúntale a Glenn Gabbard, el connotado psiquiatra psicodinámico norteamericano. Mira cómo le fracturó el dedo una muchachita pequeñita, cómo le paso a él, a él que da conferencias sobre manejo del paciente violento, a él que es una "vaca sagrada" de la psiquiatría contemporánea, cómo el Dr. Gabbard tuvo que llevar su yeso, cómo le quedó doliendo su dedo pulgar roto. Él se cuestiona a sí mismo en el artículo que narra su vivencia: "¿Me había estado forjando una ilusión de control y seguridad en una profesión en que realmente no podemos predecir qué es lo que va a hacer quien llega a nuestra consulta, a nuestro hospital?"

El riesgo nunca es cero, A., nunca. Hoy fue una lección más de nuestro oficio, apunta para tu libro: Ars longa, vita brevis.


ENLACE:

- Gabbard G. The illusion of safety. Am J Psychiatry 2004; 161: 427-428.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues las agresiones físicas de los pacientes hacia sus médicos o viceversa, no son exclusividad del quehacer psiquiátrico.
Incluso es más frecuente desde los facultativos hacia los pacientes que, como mencionaste alguna vez, " no han estudiado para ser pacientes".
y las agresiones pueden ser tan evidentes como el puñetazo en el pecho al borracho que llega faltoso un domingo en la madrugada, o el manotazo en la cabeza a un tebeciano que acaba de escupir, o las más "sutiles" que trasgreden lo que publicitariamente se llama calidad de atención.
talvéz esos "loquitos" - con cariño- nos estén devolviendo algo de nuestra propia medicina.

Ivo dijo...

Hola.
Creo que te puede interesar:
http://www.elboomeran.com/blog/117/rio-fugitivo-blog-de-edmundo-paz-soldan/

sin pepas dijo...

"... y al manipular uno de los brazos del paciente, quizá sin entender éste qué le estaba haciendo esa mujercita que lo movía y lo agarraba y lo zarandeaba..." me pregunto por qué tenía que moverlo, agarrarlo, zarandearlo. No sé si así ocurrieron los hechos en realidad, pero me parece sumamente estúpido realizar un examen de ese tipo teniendo que mover, agarrar, zarandear, a un enfermo mental por muy sedado que éste se encuentre.

Lo siento, pero creo que yo hubiese hecho lo mismo, y conociéndome, sin estar bajo el efecto de ningún sedante. Estoy del lado del paciente, la doctora fue muy negligente. Espero que aprenda la lección y que no se la agarren en contra del enfermo. Su reacción fue a todas luces previsible.

Favio dijo...

Lo más importante es que con esta experiencia será lo suficientemente precavida para evitar otro incidente en el futuro, algo que sería bueno compartir con los aún invictos para que no necesiten golpe de por medio para tomarlas.

Saludos y son gajes del oficio.

Favio

"Lo importante no es caer sino saber levantarse"

Lizardo Cruzado dijo...

Yo también estoy de lado del paciente y Adelguisa también, y si se tratara de un ring de box hasta podríamos cruzar apuestas ("a favor del paciente" o "en contra del médico"). De hecho, la anécdota no postula una estadística ni un enjuiciamiento, menos una condena o una exculpación -y tampoco una proclama de "exclusividad de la psiquiatría"-.
Un paciente orgánico (que ha sufrido una fractura de cráneo dos semanas antes, como este caso) requiere un examen neurológico para descartar que no esté padeciendo una hernia cerebral que comprima su cerebro y pueda acabar con su vida. En la condición de este paciente, muy probablemente interpretó de otra manera el examen neurológico que era imprescindible. Lo cual no es para nada "agarrarse en contra del enfermo".
No puedo comentar esos supuestos puñetazos o manotazos, ni esa desconocida estadística que se alude sobre los facultativos "como más agresivos".
Bienvenidas siempre las críticas a la profesión médica.
Muchas gracias por sus comentarios.

Tony Chávez Uceda dijo...

Siendo un apasionado defensor de mis colegas ante cualquier situación, debo replicar los comentarios previos, con la premisa, y creo que todos estamos de acuerdo, que la Doctora residente de psiquiatría no tenía ninguna intención de agredir al paciente, y este, sí la tenía.
Anónimo dice que es más frecuente la agresión del facultativo hacia el paciente, claro, deja entredicho que esta agresión es verbal o moral. Totalmente falso, nosotros los médicos en nuestra INMENSA MAYORIA no agredimos a los pacientes de ninguna manera. El otro argumento que esgrime es decir que "no se estudia para ser paciente", claro pero sí uno se forma para ser una persona con modales, y si agredes a tu médico, sea física o moralmente, eres un energúmeno, vil y abyecto, así tengas una fractura expuesta. Sin pepas acusa, sin el menor fundamento o lógica posible, a la doctora de negligencia, y también demuestra que sería capaz de agredir fíicamente a una mujer indefensa que desea ayudarlo. Bueno, la única negligencia que veo en la doctora es hacia sí misma, porque yo si hubiera previsto que el paciente es agresivo, lo habría mandado a inmovilizar antes de proceder con el examen físico. De esa manera se hubiera evitado cualquier tipo de negligencia, verdad.
Finalmente deseo agregar que las agresiones de los pacientes son en extremo raras, se dan en muy contadas ocasiones, mayormente por gente vil, vanidosa, de bajos modales, matonesca etc, que forma una reducidísima minoría de nuestros pacientes. Esa lacra no merece mayor atención, basta mantener una actitud digna e indiferente con las pachotadas que digan. La que sí debo comentar es la del paciente enajenado. Este paciente, de ninguna manera tiene derecho de agredir, pero en la mente del enajenado no existe el criterio para distinguir esto, por lo tanto, uno debe hacerse la pregunta, es necesario que yo esté en contacto directo con el paciente? Su vida depende de ello? Puedo demorar el examen físico hasta que hagan efecto los antipsicóticos, sedantes, etc? Si no es así, entonces se debe proceder a inmovilizarlo. Pero lo principal, así como la policía, pedir refuerzos, un colega que te ayude a evaluar la situación, y un par de enfermeros fornidos que logren reducir al agresor, de la manera más cuidadosa posible, claro está.

AguilaSolar dijo...

De los comentarios de pacientes psicóticos, no me admiro, pues lo anormal sería que admitieran ciertas trasgresiones a normas naturales,(digo estas,de las que hablamos cuando no estamos psicóticos) no políticas.De eso ni hablar pues por eso estan digamos psicóticos, pero el estar enfermo de cualquier, no te da el derecho de golpear a nadie. No te debes de escudar en tu enfermedad pues bien sabes distinguir el bien del mal y no pedir el certificado psiquiátrico cuando te friegas en alguien y evades la responsabilidad escudandote en viles mentiras compradas.Si no preguntale al familiar del Psiquiatra asesinado en Guadalajara.De eso, vamos¡ ni hablar! pues no estamos frente a frente. De lo que me admiro, es que un psiquiatra diga que vamos a cruzar apuestas de ring.¿pues de quien hablas? carajo¿ sería tu o tu propio hijo quien estuviera arriba en ring said? que clase de psiquiatra eres al hablar así? haber si t encuentras con un `psicotico carateca y vemos de que cuero salen mas correas.Ya no quiero seguir, pues te consideraría indigno de hablar entre nosotros. ¿vale?...

Lizardo Cruzado dijo...

Sin duda es una comparación poco feliz, debo reconocerlo, más aún si se extrae del contexto. La agresión, aunque suene paradójico, es un tema delicado y que requiere una consideración amplia y ponderada.
Gracias por tu comentario.

Unknown dijo...

No se pero yo no estudie para recibir golpes si no estas loco y me agredes nos tendremos que matar. Pq no me quedo con golpes de ningun hombre.